"Mi
vida de pronto retomó su tono dramático-novelesco y regresé
a formar parte de la metaficción ‘Una cuestión personal‘ del japonés Oè, sí,
nuevamente me transformé en Himiko y mi ‘ÉL’ en ‘Bird’ (sino han leído
el libro se los recomiendo ampliamente además de que entenderán más
este desvarío mío) pues total, así como Himiko yo le ofrecí a mi Bird
(nótese el posesivo) abandonarlo todo y comenzar una nueva vida solos
pero juntos, en África, lejos de todo… de su mujer… de su hijo…
Y
heme aquí, tan estúpida como el personaje creyendo que algo así
sucedería, pero no, Bird decidió no abandonar a su esposa e hijo, sino
que decidió quedarse en Japón y dejarme a mí, sola, emprendiendo el
viaje rumbo al otro continente…"