En tu cuerpo reside el calor del verano
y en tus ojos el otoño es eterno,
el invierno lo encuentro en tus manos
que al toque de tus dedos me congelan.
La
primavera la he descubierto
de lleno en tu lengua,
en tus labios,
tu boca,
tus besos…
La primavera está en cada palabra
que me diriges
y que logra renacer
en mí
lo antes muerto.