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MOLOKO 7

Te vi, me viste, nos vimos quién sabe cuántas veces más, quién contó las miradas, quién contó los suspiros, quién llevó la cuenta de los jodidos cariños que me hiciste e hicimos. Ahora imágenes de ultraviolencia vienen a mi mente, todas de golpe, me abofetean, desfilan todas ellas ante mis ojos con la música de Beethoven de fondo: una señora que es atropellada al cruzar una calle, un hombre en un camión muere decapitado al asomar la gulivera por la ventana, un asalto a mano armada al llegar a una calle solitaria, inician con actos comunes y terminan en los más insensibles y crueles que haya pensado… que haya querido ejecutar…

Me queda claro que algo no está bien en mí, he dejado de sentir pena o humanidad por los demás… si es que alguna vez lo sentí… Vi pasar a mi lado a algunas de esas ptitsas a las que les hice daño en el pasado, me miraron horrorizadas, podía nuquear su miedo a kilómetros, está de más decir que me esquivaron, que huyeron de mí…

Intenté ser feliz, intenté ser normal, joroschó, ustedes saben: lubilubar, formar una familia, incluso hasta me enamoré de verdad… pero de nada sirvió…  Sólo se burlaron de mis sentimientos… ¡¡Sólo aplastaron mi corazón!! ¿Para esto querían que fuera un hombre bueno? ¿Para sufrir de este modo tan ruin? Los brachnos como yo no nacimos para tener sentimientos. Mi rota ya no parlará más cosas dulces, ¡tengan cuidado débochcas! Que hay un málchico suelto en la ciudad, listo para hacerlas llorar con su metesaca.

Soy tan sólo un mal fallido rehabilitado del sistema, un besuño que quiere cracar… ¡Quiero crastar! ¡Crichar! ¡Sentir la  sangre escurriendo por mis dedos!

 ¡¡El gran Alex está de regreso!!

Acerca de Sta. Prisca de los Perros

Yo ya sabía que mi vida no sería fácil cuando en el kinder no logré que germinara el frijol... en mi oído!

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